sábado, 11 de mayo de 2013


Tres personas distintas…
y un solo amor verdadero
 

 
Inesita autora de mis días reconocida como la mamá de los poetas
 

Estuvimos ausentes varios meses por encontrarnos prestando servicios profesionales en la Secretaría de Salud de Bogotá. El proceso de adaptación al clima bogotano, a su frenética dinámica y a la monstruosidad de sus instituciones, ha sido toda una escuela que nos permite visionar desde lo complejo para en cualquier momento que la amada provincia nos requiera, estar dispuestos con mejores experiencias y conocimientos.

En ese lapso han ocurrido tantas cosas que pudieron pasar por esta columna con nuestra propia manera de verlas, pero la pausa era necesaria en el proceso antes comentado, cosas como la sabia profecía  Maya que lejos del terror de los apocalípticos, a partir del 22 de Diciembre de 2012 nos dejó la misión del renacer de la humanidad en el amor, la paz y la hermandad por encima de los intereses del capital; la muerte del presidente Hugo Chávez que aunque la ceguera radical no quiera verlo, hizo transito glorioso hacia la eternidad por virtud de su obra terrenal, el advenimiento del primer papa Latinoamericano como hace varios años lo pedimos en un ensayo intitulado “El papa que queremos”, la canonización de Laura, la primera santa colombiana, la mesa de paz que debemos respaldar desde nuestro diario abrazo y la voz de “la paz sea contigo Colombia” y otros buenos o malos sucesos más.
No obstante aquí estamos y que mejor regreso para rendir homenaje a quienes siguen gestando y pariendo esperanzas… las Madres. Ellas son tres personas distintas y un solo amor verdadero.

La madre patria, tan esquilmada por los mal llamados sus padres que luego de decenas de años de privilegios, terminan con jugosas pensiones superiores a los 25 millones de pesos, mientras millones de los hijos de la madre patria mueren de hambre, miseria, exclusión… millones, mientras los privilegiados son solo unos cuantos: Expresidentes o sus viudas, excongresistas, exmagistrados y exaltos funcionarios del estado.

 La madre Tierra, neciamente agredida por los proyectos de megaminería, que desconocen la finitud de los recursos naturales que son la leche materna con la que la Pacha Mama nos sustenta, las multinacionales con la complicidad de los gobiernos pretenden de un solo tajo arrancarle sus pechos sagrados por su afán de enriquecimiento ligero a costa de la agonía eterna de los pueblos. Ella tiene derechos, tiene voz, tiene respuestas y los dueños del poder económico y político, se niegan a entenderlo, enceguecidos por el resplandor efímero del oro.

 La madre Biológica, maltratadas y olvidadas por hijos voraces que parecieran no llenar sus apetitos por las marcas y las tecnologías, madres humanas que independientemente de cómo han sido madres y sus edades actuales, |lo cierto es que deben doblar el espinazo para atender a esos hijos que luego de parasitarlas, les abandonan o sienten vergüenza por lo que debieron ser ellas en sus humildes profesiones u ocupaciones e incluso muchas de ellas trabajadoras sexuales abusadas y luego rechazadas.

 Madre solo hay una… es una Trinidad que demanda nuestro compromiso y amor cierto… Madre solo hay una es tierra, bandera y mujer, tres personas distintas y un solo amor verdadero.

Desde Bogotá hoy por fin con un tímido sol asomando su adhesión amorosa a la efemérides, va mi abrazo a todas las madre Comuneras, Colombianas y Latinoamericanas, mi saludo y compromiso a mi madre patria Latinoamericana y mi irrenunciable amor y defensa de mi madre Tierra.



Madre Tierra... sigue gestando y pariendo esperanza
 
Por supuesto y en lugar muy especial mi amoroso abrazo a Inesita mi madre, quien me dio su sangre y ejemplo de persona, trabajadora y ciudadana y que por fortuna aún me alegra con su existencia.
 
Un abrazo Comunero
 
Nando Guane

HERNANDO ARDILA GONZÁLE
Director Revista Cultural
Bogotá DC - Colombia